Para celebrar el 3 de mayo, Daisaku Ikeda compuso tres poemas, que se publicaron en la primera página de la edición del Seikyo Shimbun de ese lunes.
¡Mujeres de la Soka,
espléndidos soles del
siglo de la vida,
abran la puerta a la paz
y alumbren la marcha
hacia un porvenir
más brillante!
*
Unamos y despleguemos
el poder transformador de la
humanidad para convertir el veneno en medicina,
creando lazos de vida a vida
con el genuino espíritu de la Soka.
*
Jóvenes leones
que comparten mi espíritu,
capeando las tempestades
de la vida
establezcan «el orden y la tranquilidad
en los cuatro sectores»[1]
y construyan una tierra
de tesoros como el arcoíris.
[1] ↑ Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, en END, pág. 25.