Adquirir tesoros del corazón (1/3)


… mediante una sabia creación de valor día a día

Seguimos con la publicación de la serie de disertaciones de Daisaku Ikeda sobre la salud, perteneciente a la más amplia serie Iluminando el mundo con el budismo del solHacia el siglo de la salud: Sabiduría para tener una larga vida de buena fortuna y de beneficios.

La Soka Gakkai se fundó sustentada en el juramento de maestro y discípulo que unió a nuestros dos presidentes fundadores, Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda.

El deseo profundo de ambos fue el logro del kosen-rufu, y fue, también, la profunda resolución con la cual se pusieron a trabajar. En su histórica lucha de dedicación altruista a difundir la Ley Mística sin escatimar la vida[1] resplandece con brillo imperecedero el espíritu de la Soka Gakkai.

EL GRAN CAMINO DEL KOSEN-RUFU Y DE LA VIDA

Desde luego, esta devoción abnegada no significa renunciar a la propia vida ni desprenderse de ella de manera imprudente. Al contrario, ya que nuestra vida posee un valor infinitamente preciado, lo que cuenta es de qué manera vivimos y con qué propósito. En definitiva, significa elegir vivir basados en la filosofía del respeto a todas las personas, tal como enseña el Sutra del loto, y seguir recorriendo el gran camino del kosen-rufu y de la vida. Es dedicar nuestra existencia a la Ley Mística, al kosen-rufu y a cumplir nuestra misión, que son fines de suprema nobleza. Esta es la esencia de la «fe para tener una vida larga y saludable».[2]

PERSEVERAR HASTA EL FINAL

Tsunesaburo Makiguchi comenzó a practicar el budismo Nichiren en 1928, a los 57 años. Trabajó sin descanso para dar a conocer la Ley Mística, incluso viajando hasta la remota región de Kyushu [la más meridional de las cuatro islas principales del Japón], a la edad relativamente avanzada de 69 años. Sin acobardarse ante la presión del gobierno militarista japonés, siguió tomando la iniciativa en bien del kosen-rufu y dialogando con la gente sobre el budismo hasta el final. Así vivió el señor Makiguchi.

Mi maestro Josei Toda también se propuso lograr la ansiada meta de elevar la membresía de la Soka Gakkai a 750.000 familias, y lideró nuestro movimiento sin flaquear hasta el último día de su existencia. Con su propio ejemplo y su vida, nos enseñó a los jóvenes la postura invencible de no cejar jamás en nuestra lucha por la verdad y la justicia.

QUIENES NUNCA DEJAN DE ESFORZARSE CONSERVAN LA JUVENTUD ESPIRITUAL

Tanto el señor Makiguchi como el maestro Toda nos enseñaron que quienes siguen esforzándose conservan la juventud interior.

El kosen-rufu es una lucha entre la budeidad y las funciones destructivas. Como señala el Daishonin: «Fortalezcan su fe día tras día y mes tras mes. Si su determinación flaquea tan sólo un instante, las funciones demoníacas sacarán ventaja».[3] Lo crucial es seguir avanzando. Si nuestro espíritu envejece y comenzamos a retroceder, no podremos vencer las funciones negativas cuyo propósito es detenernos. Además, nuestra misión por el kosen-rufu no tiene final.

El señor Makiguchi solía emplear la expresión «Nosotros, los jóvenes», cuando hablaba. Se incluía en la primera persona del plural. Fue un hombre que siempre irradiaba la aspiración a superarse.

El Daishonin nos promete que a través de la práctica budista rejuveneceremos.[4] Quienes a cualquier edad siguen dedicados a su noble misión son personas que se desarrollan sin cesar y que elevan su vida con espíritu juvenil. Y gozan de una existencia de total plenitud y satisfacción.

En esta entrega, examinemos más en profundidad la esencia de la fe y de la sabiduría para tener una vida larga y saludable, estudiando los escritos de Nichiren Daishonin.

(Continuar leyendo la parte 2/3).


[1] ↑ La noción de la «dedicación altruista a propagar la Ley sin escatimar la vida» aparece en el capítulo «Aliento a la devoción» (13.°) del Sutra del loto, y también lo menciona el gran maestro Chang-an en su Comentario sobre el «Sutra del nirvana».

[2] ↑ La «fe para tener una vida larga y saludable» es una de las cinco guías eternas de la Soka Gakkai.

[3] ↑ END, págs. 1042-1043.

[4] ↑ Véase END, pág. 486.

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