Los capítulos «Parábolas y semejanzas» y «Creencia y comprensión» (2/4)


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CAPÍTULO 3: «PARÁBOLAS Y SEMEJANZAS»
NUEVE PUNTOS IMPORTANTES
PUNTO 1, ACERCA DEL CAPÍTULO «PARÁBOLAS Y SEMEJANZAS»
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El quinto volumen de Palabras y frases del «Sutra del loto» dice [con respecto a la expresión «parábolas y semejanzas» (en jap.: hiyu): «Hi, semejanzas, significa comparar una cosa con otra; yu, parábolas, se refiere a ejemplificar e instruir. […] El gran amor compasivo del Buda es incesante. Y […] su sagaz sabiduría es ilimitada […]».
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El Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente señala: «El “gran amor compasivo” es como el sentimiento benevolente y compasivo que siente una madre por su hijo. Hoy, es el amor compasivo y bondadoso de Nichiren y sus seguidores.[6]

LAS PARÁBOLAS EXPRESAN LA SABIDURÍA Y EL GRAN AMOR COMPASIVO DEL BUDA

Para que todos sus discípulos que escuchan la voz puedan lograr la iluminación, Shakyamuni lleva a cabo en el Sutra del loto tres tandas de prédica,[7] considerando las capacidades de aquellos para comprender sus enseñanzas. La primera tanda de prédica se centra en la doctrina; la segunda, en las parábolas, y la tercera, en las relaciones [es decir, esclarece la conexión que une al Buda con sus discípulos desde existencias pasadas]. Esta vez, nos enfocaremos en los capítulos tercero y cuarto del Sutra del loto, «Parábolas y semejanzas» y «Creencia y comprensión»,[8]] en los cuales la prédica se basa en parábolas.

El uso frecuente de estas narraciones es una de las características distintivas de las tres tandas de prédica. De hecho, de las siete parábolas[9]] que aparecen en el Sutra del loto, cinco de ellas se exponen en dos tandas de prédica, una centrada en las parábolas, y la otra en las relaciones.

En el pasaje antes citado del Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, Nichiren Daishonin cita una frase de Palabras y frases del «Sutra del loto», de T’ien-t’ai,[10] para explicar que las parábolas del capítulo tercero son funciones del amor compasivo inextinguible del Buda y de su sabiduría creativa ilimitada.[11]

Las parábolas son más que alegorías literarias; expresan –de hecho, constituyen– la sabiduría y el amor compasivo del Buda. En el Sutra del loto, Shakyamuni dice: «[L]os seres vivos que habitan [en los tres mundos] son, todos, mis hijos».[12] Como indican estas palabras, los relatos del Buda se originan en su profunda preocupación por todas las personas, como si fueran sus hijos, y en su ardiente deseo de protegerlas y guiarlas a la iluminación.

Nichiren Daishonin describe el «gran amor compasivo» del Buda, cuya aspiración es que todos los seres manifiesten la iluminación, diciendo que es «como el sentimiento benevolente y compasivo que siente una madre por su hijo». Ese «gran amor compasivo» es absoluto e incondicional, y naturalmente se genera en el estado de vida del Buda. El Daishonin luego agrega: «Hoy, es el amor compasivo y bondadoso de Nichiren y sus seguidores».

La fuerza de ese gran sentimiento es lo que le permitió al Daishonin mantener su lucha para propagar la Ley ampliamente, triunfar sobre todos los obstáculos e incluso sobre las persecuciones contra su vida, para liberar a los seres de sus aflicciones. Los maestros y discípulos de la Soka, continuadores de la lucha altruista del Daishonin, han difundido la Ley Mística en todo el mundo con fe inquebrantable, convirtiendo ese amor compasivo en actos valientes. La familia Soka es una noble asamblea de personas comunes que corporifican «el amor compasivo y bondadoso de Nichiren Daishonin y de sus seguidores».

Nuestros miembros, aun expuestos a dificultades personales, siempre están orando y actuando sin reservas, dispuestos a tender una mano, para ayudar a los demás a superar sus problemas. Escuchan sinceramente y reconocen lo que angustia a los semejantes. Su afectuoso y comprensivo apoyo activa la fuerza latente de quienes se debaten ante situaciones penosas. Esto expresa su benevolencia y es la forma en que viven los bodisatvas. Nuestros camaradas, por propia iniciativa, viven inmersos en la realidad del pueblo y ponen en práctica esta solidaridad y este profundo amor compasivo.

LAS PARÁBOLAS DEL SUTRA DEL LOTO SON HISTORIAS DE REVITALIZACIÓN

Las parábolas del Sutra del loto son historias de revitalización. Son sagas en que el Buda, a través de su sabiduría creativa y de su amor compasivo, revela la naturaleza de buda latente en el corazón de todos los seres humanos y visibiliza la dignidad y el valor supremo de cada persona.

La amplia diversidad de experiencias en la fe que tienen nuestros miembros da testimonio del poder de la Ley Mística. Son historias de revolución humana inspiran y guían a los semejantes en toda clase de circunstancias y estilos de vida. El budismo enseña el principio de «adoptar voluntariamente el karma apropiado».[13] Esto significa que elegimos nacer en el mundo con toda suerte de problemas, y que nuestra misión es superarlos y dar pruebas reales para mostrar que se puede transformar el destino a través de la práctica budista. Nuestros testimonios de cambio son sagas triunfales que inspiran y elevan a otros, y afirman la dignidad de la vida de cada uno. En tal sentido, tienen el poder de aliviar el sufrimiento de los demás e impartir alegría.

Si nuestro presidente fundador, Tsunesaburo Makiguchi, hacía hincapié en los encuentros de diálogo para promover el kosen-rufu era porque, en cierto sentido, estos espacios simbolizaban la fuerza de iluminar e instruir, como lo hacen las parábolas o relatos ilustrativos del Sutra del loto. Siempre daba importancia a compartir experiencias reales de la fe, más que a tratar los discursos doctrinales o a las teorías difíciles.

Ofrecer pruebas concretas sobre el beneficio de practicar el budismo Nichiren permite convencer e inspirar a otros que están lidiando con dificultades en su vida; es infundirles valentía y fuerzas para que enfrenten su karma sin rodeos. Las reuniones de diálogo de la Soka Gakkai, donde los miembros transmiten este tipo de experiencias, son asambleas contemporáneas del Sutra del loto, pletóricas de convicción, júbilo y vitalidad que surgen de la fe.

(Continuar leyendo la parte 3/4).


[6] ↑ OTT, pág. 43.

[7] ↑ También, «tres ciclos de prédica».

[8] ↑ El capítulo «Parábolas y semejanzas» (3.o) del Sutra del loto empieza cuando Shariputra declara que se siente orgulloso y feliz de saber que logrará la budeidad en el futuro, luego de enterarse, en el capítulo precedente «Medios hábiles» que la única gran razón por la cual los budas aparecen en el mundo es posibilitar a todas las personas el logro de la budeidad. Después de conferir a Shariputra una profecía de iluminación, Shakyamuni procede a exponer la parábola de los tres carros y la casa en llamas con el fin de explicar «la sustitución de los tres vehículos por el vehículo único». Desde la segunda mitad de este capítulo en adelante, y a lo largo de los tres capítulos siguientes –«Creencia y comprensión» (4.o), «La parábola de las hierbas medicinales» (5.o) y «La anunciación de profecías» (6.o)– Shakyamuni predice el logro de la iluminación en el futuro a los cuatro grandes discípulos que escuchan la voz: Mahakashyapa, Maudgalyayana, Katyayana y Subhuti. En el capítulo «Creencia y comprensión», estos cuatro se regocijan y, para testimoniar que han comprendido la enseñanza, predican la parábola del hombre rico y su hijo pobre, y declaran que haber recibido ese tesoro supremo los colma de júbilo.

[9] ↑ Siete parábolas mencionadas en el Sutra del loto. Son: 1) la parábola de los tres carros y la casa en llamas, en el capítulo «Parábolas y semejanzas» (3.o); 2) la parábola del hombre rico y su hijo pobre, en el capítulo «Creencia y comprensión» (4.o); 3) la parábola de las tres clases de hierbas medicinales y las dos clases de árboles, en el capítulo «La parábola de las hierbas medicinales» (5.o); 4) la parábola de la ciudad fantasma y la tierra de los tesoros, en el capítulo «La parábola de la ciudad fantasma» (7.o); 5) la parábola de la joya escondida en la túnica, en el capítulo «La profecía de iluminación a los quinientos discípulos» (8.o); 6) la parábola de la joya invalorable en el rodete, en el capítulo «Prácticas pacíficas» (14.o) y 7) la parábola del médico excelso y sus hijos enfermos, en el capítulo «Duración de la vida» (16.o).

[10] ↑ T’ien-t’ai (538-597): También conocido como el gran maestro T’ien-t’ai o Chih-i. Fundador de la escuela T’ien-t’ai en China. Su discípulo Chang’an (561-632) compiló las que se consideran las tres obras principales de T’ien-t’ai: Gran concentración e introspección, Profundo significado del «Sutra del loto» y Palabras y frases del «Sutra del loto».

[11] Véase OTT, pág. 43.

[12]SL, cap. 3, pág. 69.

[13]Adoptar voluntariamente el karma apropiado: Alusión a los bodisatvas que, aunque están calificados para recibir las recompensas puras de la práctica budista, renuncian a ellas y juran, en cambio, renacer en una tierra impura para salvar a los seres vivos. Ellos propagan la Ley Mística mientras sobrellevan los mismos padecimientos y aflicciones que la gente que nace en este mundo perverso a causa de su karma. El término deriva de la interpretación de Miao-lo sobre pasajes relevantes del capítulo «El maestro de la Ley» (10.o) del Sutra del loto: «Rey de la Medicina, debes comprender que estas personas voluntariamente renuncian a las recompensas que les corresponderían por sus acciones puras y, compadecidas ante los seres vivos, nacen en el mundo malvado después de mi extinción para exponer ampliamente este sutra». (SL, cap. 10, pág. 160).

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