De pie y de paz


Desde el Departamento de Jóvenes de la SGEs

Avanzando con la iniciativa de leer La nueva revolución humana al ritmo de un volumen al mes, este mes abordamos el volumen 18, y nos centramos especialmente en el capítulo «Gratitud hacia el maestro». En él, Ikeda Sensei recoge maravillosas historias, a través de las cuales podemos profundizar en el lazo budista de inseparabilidad de maestro y discípulo, «el corazón de Gakkai y la sangre vital del kosen-rufu».[1]

En el capítulo «Gratitud hacia el maestro» del volumen 18 de La nueva revolución humana se narra la historia de los miembros de la Soka Gakkai en Atsuta, pueblo natal de Josei Toda, que Shin’ichi visitó el 8 de septiembre de 1973, coincidiendo con el aniversario de la Declaración para la Abolición de las Armas Nucleares formulada por su maestro.

Cuando la Soka Gakkai comenzó a expandirse dentro de Japón, enfrentaron toda clase de dificultades, «pero los resueltos miembros de Atsuta» –relata Ikeda Sensei– «estaban decididos a hacer de su aldea […] un modelo del kosen-rufu, y se pusieron a trabajar para lograr esa meta».[2]

Al comenzar su visita en 1973, Shin’ichi fue recibido por un miembro del Departamento de Hombres a quien saludó diciendo: «¡Atsuta ha triunfado!»[3]. Alababa, de este modo, los esfuerzos que venían realizando. Él le respondió: «Actuamos inspirados por su deseo de prosperidad […] y de realización del kosen-rufu. […] Hubo momentos dolorosos y difíciles, pero unimos nuestros esfuerzos y continuamos, impulsándonos con el pensamiento de que usted nos observaba y preguntándonos qué haría usted en cada situación».[4]

A partir de estas palabras, Shin’ichi reflexiona:

Quienes siempre tienen en el corazón a su mentor enfrentan con fortaleza las luchas de la vida. Cuando hacemos nuestro el espíritu del maestro y su compromiso resuelto con el kosen-rufu, podemos manifestar la misma condición de vida y revelar un potencial ilimitado. Ninguna unión es más sólida que el lazo espiritual de maestro y discípulo.[5]

 Esta determinación de tener en el corazón al mentor es lo que había motivado a Shin’ichi constantemente, más aún en el momento de convertirse en tercer presidente de la Soka Gakkai, momento en que determinó liderar el movimiento por el kosen-rufu en todo el mundo, y emprendió el primer viaje fuera de Japón para propagar el budismo Nichiren, el 2 de octubre de 1960.

En este mes en que se celebrará la Asamblea Mundial de Jóvenes en conmemoración del 2 de octubre, es el momento en que nosotros, jóvenes de Gakkai, podemos hacer propio el corazón del mentor y desafiarnos con los miembros de Atsuta como referente, preguntándonos cada día: «¿Qué haría Ikeda Sensei en esta situación?».

Con la fortaleza que nos brinda este lazo de inseparabilidad de maestro y discípulo, superemos todos los obstáculos que se nos puedan presentar, concretando victorias a compartir con nuestras compañeras y compañeros de fe y con nuestro maestro en el camino hacia el 18 de noviembre, 90.º aniversario de la fundación de la Soka Gakkai.


[1] ↑ IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana, vols. 17 y 18, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2020, pág. 312.

[2] ↑ Ib.

[3] ↑ Ib., pág. 279.

[4] ↑ Ib., pág. 284.

[5] ↑ Ib.

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