El espíritu del mes de marzo


De pie y de paz · Desde el Departamento de Jóvenes de la SGEs


El 16 de marzo de 1958, seis mil jóvenes provenientes de todo Japón se reunieron en una asamblea convocada por el segundo presidente de la Soka Gakkai Josei Toda, quien confió a la juventud la misión eterna de hacer realidad el kosen-rufu y transformar la época con la fuerza de la pasión juvenil.[1]

Daisaku Ikeda, que estuvo entre aquellos sucesores, se hizo plenamente responsable de ese legado y desde entonces, bajo su guía, los jóvenes Soka de cada generación hacen de cada mes de marzo una oportunidad para renovar ese espíritu, más aún cuando las funciones que amenazan la dignidad de la vida persisten.

Este año, además, en marzo se cumplen treinta años del renacimiento de la SGEs,[2] así como un año de la declaración de la pandemia, un gran reto para todos. Por eso hemos propuesto al nuevo equipo de responsables nacionales del Departamento de Jóvenes de la SGEs dialogar sobre el significado de este mes en el contexto actual, y juntos determinar un nuevo avance con «el espíritu del mes de marzo».


De pie y de paz (DP): ¿Qué os inspira el 16 de marzo, Día del Kosen-rufu?

Kosuke Takanezawa, vicerresponsable del Departamento de Hombres Jóvenes: Aunque obviamente no estuve presente cuando sucedió, la asamblea del 58 tiene un profundo significado para mí: cada día hago gongyo y daimoku como si estuviera allí, determinando junto a los jóvenes pioneros y un joven Sensei. Para mí, el 16 de marzo no es un día más del año, sino que los 365 días son como el 16 de marzo. De esta forma, estoy haciendo mi propia revolución humana, vivo cada día y mantengo el juramento que le hice a mi maestro de lograr el kosen-rufu mundial.

Carola Bendinger, responsable del Departamento de Mujeres Jóvenes: Personalmente, no deja de impactarme el hecho de que dos semanas antes de morir Josei Toda convocara a los jóvenes una vez más: su confianza, su esperanza y, sobre todo, la entrega hasta su última gota de energía en pos del kosen-rufu y para el bien de los jóvenes. Seis mil acudieron en 1958 y hoy, gracias a la postura de Sensei como discípulo de hacer realidad esa visión de su maestro cada día de su vida, muchos más jóvenes estamos transformando nuestras vidas y luchando para crear la paz en la tierra.

Víctor Pastor, vicerresponsable del Departamento de Hombres Jóvenes: Es cierto, estamos hoy aquí gracias a los jóvenes de aquella época, entre los que estaba Ikeda Sensei. Yo recuerdo que leer por primera vez sobre la historia de la celebración del 16 de marzo me apasionó y me ayudó a entender más sobre los inicios de la organización, y cómo Toda Sensei confió a los jóvenes la responsabilidad del futuro del kosen-rufu. Siento un profundo respeto por esa firme determinación de confiar el legado a los jóvenes.

Carola: Al hilo de lo que comentas, hay un gosho que tengo muy presente, y que dice que «para que las oraciones sean eficaces y los desastres desaparezcan de la tierra, […] hacen falta tres cosas: un buen maestro, un buen creyente y una buena enseñanza».[3] Sin duda, en la Soka Gakkai cumplimos los requisitos de «una buena enseñanza» y «un buen maestro», así que pienso que lo necesario ahora es que yo me convierta cada vez más en una buena discípula. Me pregunto: a través de la campaña «Cien mil diálogos de esperanza», ¿a cuántas personas, puedo alentar con mi propio esfuerzo, postura y desafío este año? El 16 de marzo para mí es una fecha para volver a reflexionar sobre mi actitud, y accionar cada día más para hacer realidad la visión de mi mentor, concretando la paz en la tierra desde mi realidad concreta y cotidiana.

Víctor: Cierto, también siento que el día del kosen-rufu representa para todos los jóvenes la inseparabilidad de maestro y discípulo y un nuevo punto de partida para esforzarnos al máximo. En este 2021, «Año de la esperanza y la victoria», y ya conviviendo con la pandemia desde hace un año, el 16 de marzo es una maravillosa oportunidad para renovar nuestra profunda determinación de lograr el kosen-rufu, allá donde estemos, alentando a nuestras familias, amigos, conocidos, a través del diálogo.

Kosuke: Estoy de acuerdo, y por eso creo que es fundamental que los jóvenes seamos la luz de la esperanza, que alentemos a todas las personas a través del diálogo y nuestra forma de ser. De este modo conseguiremos que aquellos a quienes alentemos puedan redeterminarse profundamente al igual que aquellos seis mil jóvenes que acudieron en el 58. Pienso que hoy en día cada joven podría hacer un juramento con el maestro de transformar la época, crear la unión de itai-doshin y ser un verdadero discípulo. Esto sería un nuevo punto de partida para la creación de una esperanza ilimitada.

DP: Este mes también tiene un significado especial para la Soka Gakkai de España, ya que fue un 17 de marzo de 1991, hace 30 años, cuando los miembros del momento debieron enfrentar la corrupción del clero, que amenazó con truncar el desarrollo del kosen-rufu de España. Como resultado de la lucha de aquella época, existe la organización actual. ¿Qué nos podéis contar de esta conmemoración?

Yoshiko Sosa, responsable general del Departamento de Jóvenes: «En marzo de 1991, […] una revitalizada SGI de España izó las velas y navegó por mares agitados con una fresca determinación».[4] Así es cómo Ikeda Sensei describe el espíritu que marcó el renacer de la SGEs justo después de que se manifestara el problema causado por el clero. Y dicho renacer quedó marcado aún más fuerte justo un año después, con la celebración de la 1.ª Reunión General del Departamento de Jóvenes de la SGEs en conmemoración del 16 de marzo, en Las Palmas de Gran Canaria. Por muy duro que fuera el camino, estos jóvenes (que hoy son nuestros antecesores en la fe en los departamentos de Mujeres y Hombres), junto con los miembros pioneros que permanecieron en la Soka Gakkai, lucharon por la victoria del maestro y los discípulos en unión inseparable, con el firme propósito de establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra. Recuerdo vagamente esa época (yo tenía 5 años), en la que mis padres también, junto con otros miembros, se embarcaron en esa lucha sin precedentes para abrir el diálogo con el sincero deseo por la felicidad de las personas. Gracias a que ha prevalecido este espíritu, hoy podemos celebrar el 30.º aniversario del renacimiento de la SGEs.

Nicolás Murillo, responsable del Departamento de Hombres Jóvenes: Efectivamente, fue gracias a basarse en la relación de maestro y discípulo y en la unión que la SGEs ha avanzado desde marzo de hace 30 años, hasta poder disfrutar hoy en día de una organización alegre, unida, con mucho arte, pasión y, sobre todo, con un gran corazón. Creo que haber sentado una base sólida en la fe, la práctica y el estudio han sido fundamentales para el desarrollo y el avance hacia la victoria. Todo ello me hace sentir una absoluta confianza en que, sin ninguna duda, SGEs seguirá avanzando y creciendo, superando cualquier obstáculo.

Monica di Marco, vicerresponsable del Departamento de Mujeres Jóvenes: ¡Así será! Coincido en que las causas de la victoria de la SGEs se encuentran en el corazón y en la determinación de los miembros pioneros que hace treinta años se pusieron de pie con el espíritu invencible de refutar y denunciar la mentira, la corrupción y la traición del clero que quiso destruir la organización. Avanzando con el coraje de proteger a Sensei, de luchar por la felicidad de todas las personas y de proclamar la verdad sin rendirse jamás, nuestra organización ha triunfado sobre la injusticia basándose en la fe, el estudio, el diálogo, el aliento mutuo y la unión.

Nicolás: Personalmente, la unión entre personas que he podido apreciar en Gakkai desde pequeño  me ha enseñado la importancia de mantenerse unidos pase lo que pase. Toda la lucha que se llevó a cabo a partir del año 1991 se basó principalmente en la confianza, en el corazón y el aliento de Sensei. Siento profundo respeto y admiración hacia las personas que se mantuvieron de pie, defendiendo la Soka y sacando la voz ante las injusticias. Esto ha sido una característica fundamental de lo que somos como organización.

Monica: Yo también siento esa misma clase de admiración que comentas. Si lo pensamos, luchar por la justicia es refutar lo erróneo y revelar (o declarar) la verdad, es el espíritu mismo y el legado de Nichiren Daishonin y de los tres presidentes fundadores de la Soka Gakkai.

En el capítulo «Gran montaña» del volumen 30 de La nueva revolución humana, que leímos el mes pasado, cuando Sensei escribe la caligrafía «Justicia» en el Centro Cultural de Kanagawa, nos recuerda su verdadero significado: avanzar eternamente en el camino del kosen-rufu basado en la relación de inseparabilidad entre maestro y discípulo, con la determinación inquebrantable de triunfar sobre la oscuridad fundamental contribuyendo a la sociedad y a la felicidad de las personas. A eso me determino, una vez más, este 16 de marzo, en el escenario personal y social que estoy viviendo.

DP: Este mes continuamos con el ritmo de estudio y diálogos sobre el volumen 30 de La nueva revolución humana, en particular con el capítulo «En espera del momento». ¿Qué sentido le podemos dar al estudio de esta obra en el contexto actual? ¿Qué comentaríais sobre este capítulo?

Yuliana Suárez, vicerresponsable del Departamento de Mujeres Jóvenes: Creo que es importante estudiar La nueva revolución humana con seriedad, porque ahí se narra la historia de Ikeda Sensei respondiendo al deseo de su maestro, y cómo los discípulos sucesores de todo el mundo luchan junto a él. El volumen 30 es especialmente importante porque expone el desarrollo de la Soka Gakkai como religión mundial y profundiza en temas cruciales como la justicia o la lucha compartida de maestro y discípulo. Podemos extraer mucho aprendizaje y aliento de La nueva revolución humana y aplicarlo a nuestro contexto actual, en el plano personal y social.

Simona Perfetti, vicerresponsable del Departamento de Mujeres Jóvenes: Por esto mismo que dices, en el capítulo «En espera del momento» me inspiró mucho leer por ejemplo que, aunque en 1979 Ikeda Sensei tenía prohibido dar orientación o participar en reuniones grandes, en absoluto se amparó en las restricciones para dejar de esforzarse al máximo. Al revés, su determinación de alentar a los miembros era tal que, a base de creatividad, consiguió atravesar las rendijas del muro que había sido impuesto usando canciones, poemas, sesiones fotográficas, caligrafías, visitas hogareñas…

En un momento de grandes restricciones debido a la pandemia, me ha vivificado leer que «no podremos generar cambios siendo tan solo espectadores».[5] Así es cómo me propongo vivir la campaña «Cien mil diálogos de la esperanza».

Josei González, responsable del Departamento de Jóvenes: Como dice Simona, Sensei buscó la forma de seguir alentando a los miembros, de seguir haciendo avanzar el kosen-rufu, y al hacerlo preparaba el momento oportuno para proclamar la verdadera victoria. Esto se puede trasladar a la situación actual, tanto en lo personal como en toda la sociedad.

Hoy en día podemos manifestar el mismo espíritu que transmite Sensei en el capítulo, con la determinación de no darnos por vencidos jamás, saber que solo dejar de luchar es una derrota, y seguir dedicándonos a buscar la forma de alentar a cada persona que encontramos.

Yuliana: Por eso, como discípulos de Sensei, los jóvenes tenemos la misión de poner en práctica, como lo estamos haciendo, el espíritu de La nueva revolución humana para seguir el impulso del kosen-rufu mundial. Y es de suma importancia que todos los miembros profundicen y asuman el propio espíritu de Shin’ichi Yamamoto, para poder seguir propagando la Ley con el mismo corazón también en el futuro.

Simona: Es cierto, Yuliana. Creo que, como jóvenes, es crucial que tengamos una comprensión correcta del corazón del maestro para poderlo transmitir sin distorsiones a quienes no hayan sido contemporáneos a Sensei o quienes lo conozcan a través de nuestra postura. Por eso es esencial leer con la vida La nueva revolución humana, «para que nuestros miembros de todo el mundo y de las futuras generaciones que tomarán el relevo del kosen-rufu puedan recorrer sin desvíos la senda de mentor y discípulo de la Soka».[6]

Josei: Estoy totalmente de acuerdo. La nueva revolución humana es una obra que debe estar eternamente vinculada a la Soka Gakkai y al desarrollo del kosen-rufu. Por ello, para las generaciones presentes y futuras es importante conocer cómo se construyó la corriente del kosen-rufu actual. Si queremos que el movimiento nunca deje de avanzar es importante estudiarla y entender cuáles fueron las causas que Ikeda Sensei generó. Hacer que esta obra sea parte de la base del eterno movimiento de Soka Gakkai es responsabilidad de nuestra generación, por esto pienso que Ikeda Sensei nos alienta a que nos determinemos en ser la «generación de la La nueva revolución humana».

Al mismo tiempo, esto no significa que nos limitemos a repetir lo mismo. Es importante tener sabiduría para interpretar la época y creatividad para poderla cambiar. El poema «Más azul que el índigo», que Ikeda Sensei escribió en 1998, dice:

No pregunten
si la enorme corriente del kosen-rufu
es una consecuencia inevitable de la historia.

Mejor, pregúntense a cada instante
si tienen la pasión
de hacer que el kosen-rufu,
con su propio esfuerzo y sudor,
sea un resultado inevitable.[7]

La campaña «Cien mil diálogos de la esperanza» es una propuesta para llevar aliento a nuestros amigos y familiares en un momento histórico especialmente difícil. No hay tiempo que perder… ¡Pongámonos en marcha juntos!


[1]Para más información sobre este hecho histórico, se puede consultar el sitio web de la Soka Gakkai.

[2]Véase, en este número, la secciones «Mi historia» y «Este mes».

[3]END, pág. 922.

[4]IKEDA, Daisaku: «España apasionada y victoriosa», Seikyo Shimbun, 25/3/2002.

[5]IKEDA, Daisaku: La nueva revolución humana, vol. 30, parte I, Rivas-Vaciamadrid: Ediciones Civilización Global, 2021, pág. 109.

[6]Ib., pág. 117.

[7]Véase, en Civilización Global, n.º 179, marzo 2020, la sección «De pie y de paz».

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