Emisarios y emisarias del Buda


Recursos para la introducción de las reuniones de diálogo de la SGEs


El Sutra del loto establece: «Si uno de estos buenos hombres y estas buenas mujeres, en la época posterior a mi muerte puede exponer […] el Sutra del loto a una persona, aunque sea una sola frase, debéis comprender que esa persona es el enviado de El Que Así Llega. Ha sido despachado por El Que Así Llega para llevar a cabo su labor». Aquel que recite aunque sea una palabra o frase del Sutra del loto y hable de ella a otros es emisario del buda Shakyamuni, señor de las enseñanzas. […] [Y] todo aquel que profiera una sola palabra o frase en bien de Nichiren obtendrá beneficios aún mayores que los de haber realizado ofrendas a incontables budas.

↳ Pasaje de La voz pura y potente, en END, pág. 350. Nichiren Daishonin envió esta carta a su firme seguidor Shijo Kingo en septiembre de 1272, durante su destierro en la isla de Sado. En el escrito destaca que las persecuciones que ha sufrido responden a su compromiso con el budismo, y declara su intención de esforzarse más aún en la propagación del Sutra del loto, la enseñanza de la iluminación universal, de acuerdo con la misión que ha asumido basado en la voluntad del Buda. Asimismo, elogia a Shijo Kingo por su sincero apoyo. La cita del Sutra del loto en el fragmento corresponde al capítulo décimo, «El maestro de la Ley».

En este pasaje, el Daishonin aborda la importancia de los emisarios del Buda, es decir, las personas que propagan la Ley Mística.
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Nosotros, los miembros de la Soka Gakkai, tenemos la prodigiosa misión de practicar la Ley Mística en el Último Día. El número de personas que establecerán vínculos con el budismo Nichiren solo podrá incrementarse y la enseñanza correcta solo podrá propagarse en la medida en que hablemos con otras personas sobre nuestra práctica y nuestra filosofía budistas.
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Nuestras voces tienen un inmenso poder. Las palabras son armas, en un sentido positivo. Mientras oremos con amor compasivo y coraje para ayudar a otras personas a relacionarse con el budismo Nichiren y recorrer juntos el camino hacia la felicidad, nuestras palabras despertarán una respuesta en nuestro entorno. Esto se debe a que las voces imbuidas del daimoku de la Ley Mística tienen el poder de despertar la naturaleza de Buda en las personas con quienes hablamos. Aunque el efecto no se muestre de manera inmediata, por favor, tengan la seguridad de que sus voces impregnarán la vida de la gente.
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Cada miembro de la Soka Gakkai es un noble «emisario del buda Shakyamuni, señor de las enseñanzas»[1].[2]

Como leemos también en la sección «Este mes», el Daishonin, al tiempo que subraya la absoluta importancia de la voz, asevera que «El Buda salva del sufrimiento a las personas mediante la palabra escrita».[3] Se trata de un proceso bidireccional y sin fin: por un lado, algunas personas se interesan en el budismo a través de la lectura y, a raíz de ello, deciden tomar contacto con practicantes con quienes poder conversar sobre la enseñanza; por otro lado, muchas, muchísimas veces son palabras pronunciadas por una voz amiga las que nos alientan a leer o, si ya lo hacíamos, a leer más o con mayor agudeza; y esto, a su vez, enciende nuestro deseo de cultivar el diálogo budista…

Daisaku Ikeda ha alabado en infinidad de ocasiones los esfuerzos de las personas que, a menudo de manera inadvertida y sin aparente recompensa, posibilitan y promueven la difusión de la enseñanza budista a través de las publicaciones de la Soka Gakkai. En una ocasión, lo hizo citando unas conmovedoras palabras del Daishonin:

Durante el durísimo invierno de 1276, Nichiren Daishonin se alegró enormemente de haber recibido una carta de Konichi-ama: «En tales circunstancias, su carta fue particularmente bienvenida. Me pareció casi como un mensaje del buda Shakyamuni o de mis padres fallecidos; no encuentro palabras para decirle lo agradecido que me sentí».[4]
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Sin duda, los nobles mensajeros y mensajeras de las «cartas del kosen-rufu», las publicaciones de nuestra organización, merecen la misma alabanza del Daishonin. […] Son verdaderos emisarios del Buda, verdaderos tesoros de la Soka Gakkai. Recorren el camino de la revolución humana, la senda de la práctica budista, que lleva a la acumulación de buena fortuna y de beneficios que adornarán fragantemente sus existencias por toda la eternidad.[5]

Jóvenes del distrito general Centre | Foto enviada por Noelia Balbo

En esta área organizativa de la SGEs en Barcelona, la conciencia sobre la importancia de la clase de aliento en la fe que los encuentros personales hacen posible y el consecuente esfuerzo que se está dedicando a ellos se reflejan, después, en las reuniones, a las que tantos jóvenes quieren acudir y en las que tanta alegría irradian sus rostros. ¡Enhorabuena!

Envío de imágenes a: prensa@ediciones-civilizacionglobal.com


[1] ↑ La voz pura y potente, en END, pág. 350.

[2] ↑ IKEDA, Daisaku: «“La voz pura y potente”: ¡Hablemos con voces resonantes de verdad y de justicia!», Daibyakurenge, mayo de 2013.

[3] ↑ GZ, pág. 153.

[4] ↑ El comportamiento del devoto del «Sutra del loto», en END, pág. 819.

[5] ↑ IKEDA, Daisaku: «La nieve y nuestros héroes sin corona triunfal», Seikyo Shimbun, 18/1/1998.

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