Empezar por el daimoku


En esta sección ofrecemos recursos para las reuniones de diálogo de la SGEs. Estos son: una cita que alumbra la trascendencia de los esfuerzos que cristalizan en estos encuentros («Globalmente»), la presentación de uno de los grupos que los sostienen («Localmente»), un pasaje de los escritos de Nichiren Daishonin comentado por Daisaku Ikeda («Avanzando con el Gosho»), una «Perspectiva» y algunas «Palabras clave».

GLOBALMENTE

«Nuestras reuniones de diálogo despiertan el interés de pensadores e intelectuales destacados en todo el mundo. [Entre ellos, la doctora] Elise Boulding, especializada en estudios sobre la paz, […] dijo que nuestras reuniones de diálogo son un escenario donde las personas pueden tratarse de igual a igual, escucharse y conocerse mejor, y unir su corazón con miras a un propósito común. En suma, que son encuentros ideales para promover una cultura de paz. […]

Makiguchi Sensei exhibió una mentalidad realmente visionaria al instituir la tradición de las reuniones de diálogo, cuyo significado no hace más que crecer y aumentar con el paso de los años. […]

En uno de sus escritos, el Daishonin cita el proverbio: “El uno es madre de diez mil”.[1] Con esta postura, los presidentes fundadores de la Soka Gakkai han actuado con la firme determinación de compartir el budismo del Daishonin con la persona que han tenido ante sí en cada momento. Esto ha hecho posible el actual desarrollo del movimiento por el kosen-rufu».[2]

LOCALMENTE

Grupo Victoria

Nichiren Daishonin esclareció que «El budismo concede una importancia primordial a la victoria y la derrota».[3] Los integrantes de este grupo de diálogo barcelonés parecen haber optado decididamente por la primera. En esta foto, se diría que declaran la «victoria en la primera reunión de diálogo del año». Según nos dicen personas conocedoras, esta fue posible gracias a los esfuerzos en el aliento personal que realizan de manera sostenida entre reunión y reunión.

(Envío de imágenes a: prensa@ediciones-civilizacionglobal.com)

AVANZANDO CON EL GOSHO

Las oraciones de un practicante del Sutra del loto serán respondidas tal como el eco acompaña el sonido, como la sombra sigue a un cuerpo, como la luna se refleja en el agua límpida, como el rocío se condensa sobre un espejo, como el imán atrae al hierro, como el ámbar adhiere el polvo o como un espejo bruñido refleja el color de los objetos.

(Sobre la oración, en END, pág. 359).

«Orar, en el budismo Nichiren, significa realizar un juramento de vencer sin falta.

Todo comienza por la oración. Yo mismo he iniciado cada una de mis grandes luchas por el kosen-rufu con la oración. Cada vez que he enfrentado dificultades, las he desafiado con la oración como cimiento, recitando daimoku de todo corazón, y superándolas una por una.

Cuando, en 1952, nos preparábamos para lanzarnos a la Campaña de Febrero,[4] dije a mis compañeros miembros del distrito general Kamata: «¡Empecemos con la oración!». […]

Los miembros de la Soka Gakkai, Bodisatvas de la Tierra, hemos creado un movimiento que celebra la condición humana. Lo impulsan nuestras potentes oraciones, directamente conectadas con Nichiren Daishonin, y la sinceridad con que aplicamos su llamamiento a orar “con el fervor del que busca hacer fuego con leña húmeda o extraer agua de la tierra reseca”.[5]

A través de nuestras oraciones para abrir nuevos horizontes en el kosen-rufu, hacia el centésimo aniversario de la Soka Gakkai (en 2030), escribamos una nueva épica triunfal de revolución humana y de la lucha conjunta de maestro y discípulo».[6]

PERSPECTIVA

En la disertación de la cual provienen la cita y el comentario recogidos sobre estas líneas, Ikeda Sensei alude a otro poderoso pasaje del Gosho: «“No hay ningún lugar en los mundos de las diez direcciones al cual no llegue el sonido de nuestra voz al hacer daimoku [Nam-myoho-renge-kyo]. Nuestra voz podrá parecer insignificante, pero, cuando entonamos el poderoso sonido del daimoku, no hay lugar del universo que no logre penetrar”.[7] […] Lo importante es que nuestras oraciones estén imbuidas de la poderosa y decidida convicción de hacerlas realidad, pase lo que pase. Cuando entonamos Nam-myoho-renge-kyo con seriedad, nuestro daimoku alcanza hasta el último rincón del universo. A través de una oración profunda, transformamos nuestro estado vital básico, y este cambio repercute en nuestra vida y en nuestro medio ambiente».[8]

PALABRAS CLAVE

Empezar con la oración · Dialogar con la determinación de compartir el budismo


[1]Conversación entre un venerable y un hombre no iluminado, en END, pág. 136. En relación con esta frase véase también, en este número, la sección «Este mes».

[2]IKEDA, Daisaku: «La reunión de diálogo, tradición de la Soka Gakkai», Seikyo Shimbun, 19 (Parte I) y 20 (Parte II) de enero de 2006.

[3]El Héroe del Mundo, en END, pág. 876.

[4]Véanse a este respecto, en este número, las secciones «Este mes» y «Especial» sobre todo.

[5]La refutación de los actos contra la Ley y la erradicación de las faltas, en END, pág. 466.

[6]Véase, en este número, «Estudio mensual».

[7]GZ, pág. 808.

[8]Véase, en este número, «Estudio mensual».

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