Encarnar el espíritu de la «verdadera causa» (2/3)


Vigésimo punto, referido a la reverencia respetuosa alusiva a las palabras «Originariamente practiqué el Camino del bodisatva» (del capítulo 16.°, «Duración de la vida»).

El Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente señala: En esta frase, el sujeto «yo» se refiere al buda Shakyamuni llevando a cabo la verdadera causa de su iluminación original. Este pasaje sobre el Buda que «originariamente practicó el Camino del bodisatva» se refiere a la práctica del bodisatva Jamás Despreciar[5] [quien luego renació como el buda Shakyamuni]. Aquí indica todo lugar donde de manifiesta reverencia respetuosa.[6]

La práctica del respeto a los semejantes encarnada por el bodisatva Jamás Despreciar es la causa fundamental de la iluminación de Shakyamuni

Este es un fragmento del «Capítulo Veinte: El bodisatva Jamás Despreciar. Treinta puntos importantes», del Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente. Allí se explican las bases doctrinales de la práctica del respeto a todas las personas que llevó a cabo el bodisatva Jamás Despreciar.

Como antes señalé, el pasaje «[O]riginariamente practiqué el Camino del bodisatva»[7] es la base textual del principio místico de la verdadera causa.

El capítulo 20.°, «El bodisatva Jamás Despreciar», es el único del Sutra del loto donde se describe la práctica que permitió a Shakyamuni lograr la iluminación en el remoto pasado. La práctica del bodisatva Jamás Despreciar, por ende, se considera la causa fundamental por la cual obtuvo la iluminación original el buda Shakyamuni.

Una conducta que expresa el respeto al otro

Por dicha razón, a partir del pasaje del Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente cabe inferir que la práctica de la verdadera causa que llevó a cabo Shakyamuni en el remoto pasado fue, en términos concretos, idéntica a la conducta del bodisatva Jamás Despreciar. Una y otra consisten en respetar a todos, con la convicción de que cada sujeto posee la naturaleza de Buda.

Es un punto de extrema trascendencia.

Como observamos en la entrega anterior de esta misma serie, respetar a los otros es la forma en que ponemos en práctica la enseñanza del Buda de ayudar a todos a manifestar la Budeidad. Y es, asimismo, la causa primordial de la iluminación. En otras palabras, para los miembros de la Soka Gakkai es de extrema importancia mostrar respeto a la gente mediante el propio comportamiento, tal como hizo Jamás Despreciar, en el contexto de nuestra práctica de la Ley Mística, que es la enseñanza de la verdadera causa para el logro de la Budeidad.

Así pues, podemos confirmar el profundo significado del siguiente pasaje perteneciente al escrito de Nichiren Daishonin Las tres clases de tesoros: «¿Qué significa el profundo respeto que el bodisatva Jamás Despreciar sentía hacia todas las personas? El propósito con el cual nació en este mundo el buda Shakyamuni, señor de las enseñanzas, yace en su comportamiento como ser humano».[8]

Ni la causa fundamental para el logro de la Budeidad (la verdadera causa, o causa de la Budeidad) ni el estado de Budeidad resultante (el verdadero efecto o fruto de la Budeidad) existen fuera de la práctica de respetar a todas las personas cultivada por el bodisatva Jamás Despreciar, con el deseo de que las personas tomaran conciencia de su naturaleza de Buda intrínseca.

El punto de partida para crear el futuro es el presente

El Daishonin cita un pasaje de un sutra que dice: «Si queréis comprender las causas que existieron en el pasado, observad los resultados tal como se manifiestan en el presente. Y si queréis comprender qué resultados se manifestarán en el futuro, observad las causas que existen en el presente».[9]

El foco de este pasaje es el presente.

Si el presente es el resultado inevitable de causas pasadas, podemos decir que el presente está definido por el pasado. De hecho, el presente es un espejo que refleja el ayer. Con todo, a la vez, el presente es el punto de partida del futuro y la causa activa que gesta el porvenir.

Desde la perspectiva del texto del Sutra del loto, el principio místico de la verdadera causa se refiere a la causa primordial que permitió a Shakyamuni alcanzar la Budeidad en el pasado distante. Sin embargo, en el budismo Nichiren estamos practicando esa misma causa fundamental, que es la Ley Mística, en el mundo real de hoy. De tal manera, en este budismo de la verdadera causa el pasado remoto se convierte en el presente del Último Día de la Ley. A cada momento, comenzamos de nuevo nuestra práctica del eterno camino del bodisatva.

Así pues, siempre estamos de pie, situados en el punto de partida fundamental de todo. En la medida en que nos abastecemos de la fuerza vital ilimitada de nuestra Budeidad inherente, podemos transformar dinámicamente nuestra propia vida y cambiar nosotros mismos allí donde estemos en este momento. Esta es la esencia de la fe basada en la verdadera causa: siempre hacer un nuevo comienzo a partir de este instante.

Valorar el momento actual

El gran escritor ruso León Tolstoi (1828-1910), quien expresó un profundo interés en el budismo, escribió sobre la forma en que, a su criterio, había que vivir la existencia: «El pasado no existe. El futuro aún no ha comenzado».[10] Además, observó: «El tiempo no existe. Solo existe un presente ínfimo e infinito, y nuestra vida solo transcurre en él. De tal suerte, el ser humano debe concentrar toda su fuerza espiritual en el presente».[11]

Son reflexiones muy profundas. Coincido totalmente con la declaración de Tolstoi. Como él, creo que debemos consagrar todo nuestro ser al instante actual.

Shakyamuni enseñó a sus seguidores a valorar el momento presente, a atesorar el día de hoy. «No hay que perseguir el pasado ni desvelarse por el futuro. […] Hay que acometer la tarea este preciso día de hoy».[12]

No hay que perseguir el pasado ni desvelarse por el futuro. […] Hay que acometer la tarea este preciso día de hoy.

Triunfar en el presente prepara el camino para las victorias futuras, y para la victoria eterna a través del pasado, presente y futuro.

(Continúa).


[5] Jamás Despreciar es un bodisatva descrito en el capítulo homónimo (20.º) del Sutra del loto. Este practicante, que en existencias posteriores sería el propio Shakyamuni, vivió a fines del Día Medio de la Ley de un buda llamado Rey del Sonido Imponente. Se inclinaba ante cada persona que tenía delante y decía: «Siento profundo respeto por vosotros. Jamás osaría trataros con desprecio o arrogancia. ¿Y por qué? Porque todos practicaréis el Camino del bodisatva y entonces seréis capaces de cpmseguir la Budeidad». (SL, cap. 20, pág. 264). Sin embargo, la respuesta de las personas arrogantes era atacarlo con palos y varas y apedrearlo, ante lo cual él tomaba una distancia prudente, y después perseveraba. El sutra explica que esta práctica fue la causa que le permitió al bodisatva Jamás Despreciar lograr la Budeidad.
[6] OTT, pág. 161.
[7]
 SL, cap. 16, pág. 225.
[8] END, pág. 893.
[9] Paráfrasis de un pasaje del Sutra sobre la contemplación de la mente como terreno. La cita aparece en END, pág. 295.
[10] TOLSTOI, León: A Calendar of Wisdom (Calendario de sabiduría), trad. por Peter Sekirin, Nueva York: Scribner, 1997, pág. 378.
[11] Ib.
[12] Discourse on the Auspicious (Bhaddekarattasutta o Discurso sobre lo auspicioso), en The Collection of the Middle Length Sayings (Majjhima-nikaya o Compilación de prédicas de mediana longitud), trad. ingl. I. B. Horner, vol. 3, Oxford: The Pali Text Society, 1993, pág. 233.

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