El capítulo «La parábola de la ciudad fantasma» (1/3)


El Sutra del loto relata la lucha conjunta de maestro y discípulo a través del pasado, el presente y el futuro


Publicamos una nueva entrega de la serie de disertaciones de Daisaku Ikeda Iluminando el mundo con el budismo del sol dedicada a abordar pasajes fundamentales del Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente.

Ha llegado abril, el mes de los cerezos en flor.

[El segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda, falleció el 2 de abril de 1958.]

Recuerdo vívidamente el rostro afable de mi mentor Josei Toda y su voz, un rugido de convicción inquebrantable. Nos decía con vehemencia: «Los discípulos genuinos de Nichiren Daishonin practican exactamente de acuerdo con sus enseñanzas. Si nos comprometemos seriamente a lograr el kosen-rufu y nos ponemos en marcha con ese propósito, armándonos del mismo espíritu que el Daishonin, también nosotros podemos, para nuestra gran fortuna, librar la misma lucha valerosa que él».

La vida del señor Toda fue una saga triunfal, un ejemplo admirable de revolución humana, gracias a la contienda colosal que llevó a cabo con el mismo corazón y el mismo objetivo que Nichiren Daishonin, el Buda del Último Día de la Ley.

Han pasado treinta años desde que terminé el duodécimo y último volumen de La revolución humana, novela en la cual me esforcé por transmitir a la posteridad la verdadera grandeza de mi maestro.[1] La última entrega del volumen 12 se publicó en el Seikyo Shimbun el 11 de febrero de 1993, aniversario del natalicio del señor Toda.

En ese momento, me encontraba en Río de Janeiro, Brasil, un lugar que había cautivado la imaginación de mi mentor desde sus años de juventud. Ese mismo día, escribí el epílogo de la novela, destinado a ser incluido en el volumen 12 de la edición en forma de libro.

EL EJEMPLO DE UNA GRAN REVOLUCIÓN HUMANA

En ese epílogo, recalqué que la transformación interna de una persona conduciría a la revolución humana de toda la humanidad. Escribí: «En última instancia, la vida del presidente Toda ejemplificó la sublime revolución humana de un individuo; mi convicción fue que narrar esa crónica permitiría a infinidad de personas seguir ese mismo camino».[2]

En el budismo, el maestro es el modelo que muestra, de manera ejemplar, cómo vivir del mejor modo posible. El maestro abre el camino, y el discípulo jura, junto con él, lograr el kosen-rufu. El maestro y el discípulo trabajan codo a codo por este objetivo y, juntos, hacen su revolución humana. En tal sentido, también puede decirse que el maestro y el discípulo son camaradas unidos por profundos lazos, que se empeñan en mostrar el potencial ilimitado del ser humano y la dignidad inherente a la vida. Además, el discípulo tiene la misión de perpetuar el legado de su maestro y hacer realidad su visión.

Hoy, hemos construido una inmensa red de Bodisatvas de la Tierra que abarca 192 países y territorios.

Seis meses después de que se publicara la última entrega de La revolución humana, el 6 de agosto –fecha en que se recuerda a las víctimas de la bomba atómica en Hiroshima–, empecé a escribir su continuación, La nueva revolución humana,[3] en la prefectura de Nagano, un lugar donde mi maestro y yo habíamos grabado juntos recuerdos inolvidables. Lo hice pensando que redactar una crónica sobre el desarrollo del actual movimiento por el kosen-rufu mundial –nuestro movimiento global para la paz de toda la humanidad– contribuiría al reconocimiento de la grandeza de mi mentor.

EL KOSEN-RUFU ES LA CORRIENTE EN SÍ MISMA

En última instancia, la lucha conjunta de maestro y discípulo significa dedicarnos a un avance incansable y continuo, de acuerdo con la advertencia del Daishonin que dice: «Fortalezcan su fe día tras día y mes tras mes».[4] La consecución de una meta marca el comienzo de un nuevo reto.

El kosen-rufu no es el punto final de una corriente; no es un destino al que se llega después de propagar la Ley Mística. Es la corriente en sí misma; es un movimiento permanente al cual se suma un número cada vez más grande de personas para propagar la Ley Mística. Es el curso vibrante de un budismo vivo, que palpita en la sociedad y en el mundo. El gran río del kosen-rufu, creado en la lucha conjunta de maestro y discípulo, también es la forja de valores humanos capaces de levantar una sociedad mejor. Es una potente fuerza dirigida a hacer realidad la paz mundial que prioriza el respeto a la dignidad de la vida.

El Sutra del loto representa la grandiosa epopeya del mentor y los sucesores que constantemente se esfuerzan juntos por ampliar y engrandecer el majestuoso cauce del kosen-rufu. En esta entrega, nos centraremos en la parte del Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente que versa sobre el capítulo «La parábola de la ciudad fantasma» del Sutra del loto.[5] Allí se pone de relieve que la relación de maestro y discípulo planteada en este sutra constituye un profundo lazo kármico forjado en la perpetua travesía que ambos comparten desde el infinito pasado.

(Continuar leyendo la parte 2/3).


[1] ↑ La revolución humana, escrita por el presidente Ikeda con el seudónimo literario de Ho Goku, se publicó en forma de serie en el Seikyo Shimbun, desde el 1 de enero de 1965 hasta el 11 de febrero de 1993, con algunos intervalos para la compilación de materiales de referencia o por otras razones. Las 1509 entregas luego se publicaron como obra editorial, en doce volúmenes. El último de ellos salió el 2 de abril de 1993.

[2] ↑ IKEDA, Daisaku: «Afterword» (Epílogo), en The Human Revolution (La revolución humana), libro 2 (vol. 7-12), Santa Mónica: World Tribune Press, 2004, pág. 1973.

[3] ↑ La nueva revolución humana, que consta de treinta volúmenes, se publicó en entregas consecutivas en el Seikyo Shimbun a lo largo de veinticinco años, entre el 18 de noviembre de 1993 y el 8 de septiembre de 2018. Con sus 6469 entregas, la novela ostenta el récord de ser la obra narrativa en serie más larga publicada en la prensa de Japón.

[4] ↑ Sobre las persecuciones acaecidas al venerable, en END, págs. 1042-1043.

[5] ↑ En el final del capítulo «La anunciación de profecías» (6.o), Shakyamuni declara: «Ahora procederé a predicar / acerca de la relación entre vosotros y yo / en las existencias pasadas. / Debéis escuchar con atención». SL, cap. 6, pág. 115. A continuación, lo explica en el capítulo siguiente, «La parábola de la ciudad fantasma» (7.o) donde relata la historia del buda Excelencia de la Gran Sabiduría Universal, quien vivió en un pasado sumamente distante. Este buda había sido un rey, padre de dieciséis hijos, el último de los cuales sería Shakyamuni en una existencia futura. Shakyamuni señala que sus discípulos que escuchaban la voz le habían suplicado que predicara el Sutra del loto en aquella vida anterior y que, como resultado de ello, en aquel tiempo remoto habían concebido el deseo de lograr la iluminación. Dice entonces que el vínculo que los une se remonta a ese pasado lejano. En el capítulo posterior a este, «La profecía de iluminación a los quinientos discípulos» (8.o), a mil doscientos discípulos que escuchaban la voz –entre ellos, Purna– se les predice que lograrán la iluminación. Y, en el capítulo «Profecías a adeptos y aprendices» (9.o), a dos mil discípulos que escuchaban la voz –entre ellos, Ananda y Rahula– se les anuncia también el futuro logro de la iluminación. Con esto se llevan a cabo tres tandas o ciclos de prédica que abren el camino a una nueva épica, en el capítulo 10.o, «El maestro de la Ley».

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