Primeros compases del avance dinámico y juvenil
Tras saludar el inicio de 2022 con vibrantes ceremonias de Gongyo de Año Nuevo, guiadas por un mensaje en que Daisaku Ikeda invitaba a mantener «un corazón eternamente juvenil y colmado de esperanza infinita» (véase la sección «Año Nuevo» de Civilización Global de enero), representantes de las organizaciones nacionales de la Soka Gakkai y responsables de ámbito continental se unieron los días 15 y 16 de enero para celebrar la Cumbre Europea del Kosen-rufu.
En un nuevo mensaje, enviado para la ocasión, Ikeda Sensei agradeció a todos los miembros de Europa por abrir «como pioneros […] el camino con sus sinceros y tenaces diálogos y acciones de base comunitaria». Declaró que la nobleza de su iniciativa y la repercusión de sus esfuerzos para iluminar el futuro son inconmensurables. Y señaló: «¡Cuán extraordinario es nuestro movimiento de revolución humana y kosen-rufu, que emana de esta filosofía! Lo que estamos viendo son apenas los primeros pasos en la demostración de esto».
En el mismo mensaje, recordando que este año se cumplen 55 y 50 años respectivamente de los diálogos precursores que mantuvo con Richard Coudenhove-Kalergi, el padre fundador de la iniciativa paneuropea, y con Arnold J. Toynbee, uno de los más grandes historiadores del siglo XX, Sensei observó: «Mis encuentros con estos grandes intelectuales europeos representaron el punto de partida de otros diálogos por la paz, la cultura y la educación por todo el mundo, que he podido publicar como libros y, de ese modo, legar a las generaciones futuras».
Los aproximadamente ochocientos participantes en la cumbre, provenientes de 36 países, pudieron seguir una sesión de estudio en formato de preguntas y respuestas, en la que se abordaron temas como el sentido de la pandemia desde el punto de vista del budismo o el modo de afrontar la tendencia a la división que tanto se ha exacerbado en la sociedad en los últimos tiempos.
Asimismo, se aprendió sobre la importancia del aliento de uno a uno, una de las claves de la Campaña de Febrero, la conmemoración de cuyo 70.º aniversario ha invitado a reeditar en la época contemporánea, en la forma de una superación de los propios límites individuales y colectivos.
Pero la cumbre también representó una oportunidad para compartir alentadoras experiencias de fe, entre las cuales la del director general de la SGEs, Enrique Caputo, centrada en el 30.º aniversario de la independencia espiritual de la Soka Gakkai; informes de actividades de distintos países; y alegres canciones. Todo ello con una desbordante presencia juvenil, a tono con el lema del «Año de los jóvenes y del avance dinámico», cuyo significado –cómo no– también se trató.
Esta fresca corriente de orientación y aliento tuvo continuidad, los días 22 y 23 de enero, en la Asamblea Ejecutiva de la SGEs y, el domingo 30, en los cursos generales de responsables que se realizaron en las cinco regiones de la organización. Los cerca de un millar de asistentes, unidos bajo un mismo propósito, compartieron la visión de las actividades de este año, con la campaña «El uno es madre de diez mil» como insignia (véase la sección «Este mes» del número anterior de Civilización Global). Ya en febrero, en las reuniones de diálogo, encuentros personales y demás oportunidades compartieron este espíritu con miembros y simpatizantes.