«Lograr juntas un formidable avance dinámico»


Mensaje de Kaneko Ikeda para los departamentos de Mujeres y Mujeres Jóvenes de la Soka Gakkai

La autora, junto a su esposo Daisaku Ikeda, en el Centro en Memoria de Tsunesaburo Makiguchi de Tokio, en Hachioji (septiembre de 2006)

En los albores del activo mes de febrero, en este «Año de los jóvenes y del avance dinámico», quisiera hacerles llegar un breve mensaje de gratitud y de profundo respeto.

Gracias al daimoku de todas ustedes, tanto mi esposo como yo disfrutamos de buena salud y de buen ánimo. Inspirados por el magnífico crecimiento y las actividades de nuestros jóvenes Bodisatvas de la Tierra en el mundo, estamos orando de todo corazón cada mañana y cada tarde por la salud y la seguridad, la felicidad y la armonía, y las esperanzadoras victorias de cada integrante de la familia Soka.

En la última reunión de la sede central para responsables de la Soka Gakkai (celebrada el 8 de enero), la responsable del Departamento de Mujeres Jóvenes de la SGI de la Argentina (SGIAR), Paula López, narró una muy emotiva experiencia personal de fe referida a su familia. También informó sobre los excelentes resultados de los miembros de su país. Me conmovió saber que, a pesar de la diferencia de horario, había jóvenes de la SGIAR orando por el éxito de la reunión mientras esta se llevaba a cabo.

Recuerdo que fue en febrero de 1952 cuando, en una reunión con los compañeros del Departamento de Jóvenes, el presidente Toda enunció por primera vez su idea de la ciudadanía global.[1] Fue en plena Campaña de Febrero.[2] Han pasado siete décadas desde entonces, y sé que él estaría encantado de ver cómo nuestro espléndido movimiento por la felicidad y la paz está uniendo a las personas en todo el mundo.

En un escrito de Nichiren Daishonin dirigido a una de sus discípulas encontramos una frase que los presidentes Makiguchi y Toda subrayaron en sus ejemplares personales del Gosho, y que también mi esposo ha citado con frecuencia para los miembros. Dice: «[P]ara que las oraciones sean eficaces y los desastres desaparezcan de la tierra, […] hacen falta tres cosas: un buen maestro, un buen creyente y una buena enseñanza».[3]

Yo ingresé en la Soka Gakkai de niña, junto con mis padres, hace más de ochenta años (el 12 de julio de 1941). Estoy profundamente agradecida de haber conocido la Ley Mística y haber recorrido el camino de maestro y discípulo todos estos años, dedicada al kosen-rufu junto a los miembros de todo el mundo, con la unión de «distintas personas con un mismo propósito».

Una de las cinco guías eternas de la Soka Gakkai es la «fe para superar obstáculos». A la hora de explicarla en una de sus disertaciones, mi esposo mencionó estas palabras de Toda Sensei: «El budismo Nichiren es una enseñanza que permite ser felices, sin falta, a quienes lidian con la adversidad. Quienes superan dificultades por medio de la fe despliegan una fortaleza increíble. Estas personas pueden convertirse en verdaderas aliadas de otras que también están sufriendo».

En medio de esta pandemia de COVID, nuestros miembros del mundo están más unidos que nunca con el espíritu de alentarse y apoyarse unos a otros. Decididos a perseverar en la «fe para superar obstáculos», están contribuyendo incansablemente al mejoramiento de sus comunidades y de la sociedad.

Mi esposo ha dicho que nuestro esfuerzo por transformar esta grave situación global permitirá que en el siglo XXI el mundo experimente un florecimiento aún más brillante de valores humanos, en el que cada persona resplandezca con sus propias cualidades. Estas sublimes «flores humanas»[4] sostendrán el juramento de establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra y de asegurar la eterna transmisión de la Ley.

 

El lema de 2022, «Año de los jóvenes y del avance dinámico», me hace recordar el año en que mi esposo, que entonces tenía 32 años, asumió la tercera presidencia de la Soka Gakkai, el 3 de mayo de 1960. Fue, sin duda, un año de avance dinámico en nuestro movimiento por el kosen-rufu mundial, logrado gracias a la fuerza y a la lucha conjunta con la juventud.

A principios de ese año, mi esposo escribió en su diario: «Ayer decidí empezar a recitar mil daimoku más [cada día]. Esta es mi nueva determinación para la siguiente etapa de avance dinámico».

Un nuevo avance dinámico resulta de una nueva decisión.

Nada supera las oraciones vibrantes de las mujeres Soka, unidas a su maestro con un mismo corazón y un mismo propósito. Día tras día, mes tras mes, sigamos alentando con calidez a nuestros semejantes y fortaleciendo las alas de los jóvenes, basándonos en «la recitación de Nam-myoho-renge-kyo, que es como la tibieza de la hembra que empolla».[5] ¡Y comprometámonos a lograr juntas un formidable avance dinámico en nuestra vida y en el kosen-rufu!

Con mis mejores deseos de protección y bienestar para todas ustedes, mis queridas y preciadas amigas.

 

Kaneko Ikeda
Responsable honoraria del Departamento de Mujeres de la SGI


[1] Josei Toda expresó por primera vez su idea de la ciudadanía global en un seminario de estudio del Departamento de Jóvenes de la Soka Gakkai, el 17 de febrero de 1952. Con ella, abogó por considerar que todos los habitantes del mundo somos integrantes de una familia global y debemos buscar la prosperidad a través de la cooperación mutua y de la armonía, en vez de discriminarnos o de involucrarnos en conflictos.

[2] N. de E.: En relación con la Campaña de Febrero, véase Civilización Global, n.º 202, febrero 2022, sobre todo las secciones «Este mes» y «Especial».

[3] La forma de lograr la budeidad mediante el «Sutra del loto» para aquellos que aspiran al Camino por primera vez, en END, pág. 922.

[4] SL, cap. 5, pág. 105.

[5] Carta a Niike, en END, pág. 1075.

Scroll al inicio